La bella durmiente es el típico libro al que cuesta engancharse, ya que al principio no ocurre nada sustancial. Sin embargo, el libro comienza a coger ritmo una vez que se plantea la historia inicial.
La historia se ambienta en el siglo XIV en el reino donde vive Bella, Westfaire. El día a día transcurre con normalidad hasta que la protagonista descubre la maldición que recibió el día de su bautizo: «El día de su decimosexto cumpleaños se pinchará el dedo con el huso de una rueca y dormirá durante cien años hasta que la despierte un beso de amor verdadero».
A partir de ese momento el libro empieza a coger ritmo, ya que la protagonista quiere evitar a toda costa caer en la maldición. A todo esto, hay que añadir la búsqueda de su madre, quien huyó del palacio.
Llegado el temido día, la maldición recae sobre una hija bastarda del duque (ya que el conjuro iba destinado a la «hija del duque»). Bella huye de Westfaire junto con Refunfuñón, su fiel gato, con la intención de encontrar a su madre y acabar con el hechizo.
De este modo, Bella hará viajes en el tiempo con los que descubrirá las raíces de otros cuentos como Cenicienta, Blancanieves... donde la protagonista acaba interviniendo. En uno de sus viajes aparece en el futuro, no muy lejano de nuestra época, en el que se ha creado una empresa conocida como Fidipur, que se dedica a crear una especie de galletas para alimentar a los seres humanos, ya que no existen ni campos de cultivo ni animales. Después de ver este futuro, enel que además se ha perdido la magia, se añade otro objetivo a la lista de Bella: evitar llegar a esa situación futura.
Tras muchos viajes en el tiempo, encuentros con personajes de todo tipo y con la protagonista en el final de su vida, el libro vuelve a sus comienzos y avanza lentamente hasta llegar al final.
Esta historia se puede resumir en la fuerza que puede llegar a tener una mujer para cambiar su destino. Por otro lado, el valor del planeta en el que vivimos y que poco a poco vamos destruyendo sin darnos cuenta.
Personalmente, no me parece un gran libro, ya que en algunos momentos la historia es un verdadero lío entre personajes y épocas. No obstante, creo que se debería leer por lo menos para contemplar el futuro que la escritora describe y así ver las consecuencias del daño que estamos produciendo en nuestro planeta. Una de las cosas que más me ha gustado es su forma de presentar cuentos y sus personajes tan conocidos de una manera que no nos es familiar, como una Cenicienta cruel o una Blancanieves con poco cerebro. En resumen, recomendaría el libro aunque la manera en la que está escrito no me ha resultado demasiado atractiva.
